Cuando se quiere hablar del cine o el séptimo arte como lo nombro Ricciotto Canudo hace tiempo es importante situarse en la época que ha sido realizado. No es lo mismo hablar de alguna película de principios de los 20´s, a una película realizada en la última década.
Sin embargo esa no es razón para desacreditar a muchos directores que sin importar sus limitaciones, lograron hacer cosas maravillosas con una cámara. Como no admirar a una persona que le da horas enteras de su vida para crear algo que maraville al público.
Ahora situándonos en nuestra época 2020, podría opinar que el streaming domina el mundo de las películas en la actualidad. En ocasiones a beneficiado debido a la enorme accesibilidad que se tiene ahora. Con pagar un mensualidad equiparada al costo de una ida al cine, se tiene acceso a un catalogo enorme de películas, series, documentales, etc.
Por otra parte también podría comentar que esa hermosa tradición de esperar una película y verla en el cine (en mi opinión como se deben ver las películas), se reduce a verla en la tele, tableta o celular dependiendo sea el dispositivo en donde se habrá cualquier aplicación de este tipo.
Algo que ha ocurrido con El Irlandés de Martin Scorsese del 2019 que para muchos fanáticos de este director, una película realmente esperada, la cual no se pudo ver en la pantalla grande ya que salió directamente en el servicio de Netflix. Algo similar ocurrido con el ganador del Oscar y orgullosamente mexicano Alfonso Cuarón con Roma en el 2018.
No me refiero a que el valor de la película decae al no salir en los cines, se puede ejemplificar claramente con Roma. Sin embargo no se pueden observar en una pantalla IMAX con bocinas del frente atrás completamente equipadas, con un proyector de calidad en un ambiente idóneo para verlas.
Independientemente de eso el streaming ha abierto la cultura de ver cine de una manera completamente diferente, ahora lo único que se necesita es escoger la película dentro del catálogo y sentarse a mirar lo que se quiera. Esto pienso ha provocado un consumo mayor para el público y por defecto una biblioteca audiovisual mayor. «Nos cultivamos con películas», algo muy bonito que me gusta pensar.
De manera que no podría decir si esta nueva forma de ver películas sea buena o mala, simplemente es la innovación tecnológica y el consumismo que ha provocado una mayor accesibilidad a estas, lo que en consecuencia ha ido decayendo las idas al cine.
¿ Y tú que opinas sobre esto?
-Cinecopata
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